Comunicar es una tarea de doble vía donde el receptor elije escuchar o
no, creer o no. Saber sus motivaciones permite orientar efectivamente
la campaña de publicidad.
La comunicación por naturaleza se produce entre un emisor y un receptor,
es decir que por su propia concepción se necesitan al menos dos entes
que participen, de una u otra manera, de la transmisión del mensaje.
El público ya no es un ente pasivo
Solamente puede hablarse de comunicación efectiva, tanto en Relaciones Públicas como en Publicidad,
cuando el emisor envía un mensaje que es recibido sin interrupciones
(ruido comunicacional). En la actualidad, el público no es un ente
pasivo a merced de un bombardeo comunicacional continuo, sino un ser
activo que elije, según sus propios intereses y necesidades, qué
escuchar, cuándo y si creer o no en ese mensaje.
Entonces para comunicar eficaz y efectivamente
es imprescindible conocer esas motivaciones, hacer de la comunicación
un diálogo donde tanto emisor como receptor obtengan un beneficio (sea
tangible o no).
¿Qué es el target?
El target es
el público objetivo de una organización, es decir que es el conjunto de
personas a las cuales se quiere dirigir un mensaje.
Cada grupo posee características y motivaciones que le son propias y que
influirán en la manera de recibir un mensaje. La organización debe
entonces elaborar su comunicación en base a esa información para asegurarse de despertar interés en el target, evitar el rechazo y abrir la posibilidad de conseguir un feedback (un ida y vuelta, una respuesta).
Influencia del conocimiento del público objetivo
El licenciado en publicidad, Fernando Solari, sostiene en su libro “Lazos comunicantes”, que “dependemos del
otro para comunicarnos. Y hacerlo significa conocerlo como para
interpretarlo, para saber que los mensajes que le enviamos van a
interesarle”.
Si una organización planease lanzar una campaña de prevención del SIDA para adolescentes a través de las redes sociales
pero utilizando un lenguaje científico, seguramente no lograría la
concientización a pesar de tratarse de una preocupación creciente dentro
de ese sector de la población. ¿Por qué? Sencillamente porque se aborda
el tema con un vocabulario que no es el propio del target y desde una posición que también le es ajena (la censura, el “reto”).
Una información enfocada a cada medio y profesional
Lo mismo sucedería en el ámbito de las RRPP , si se realizase un envío indiscriminado de comunicados de prensa
a todos los medios de comunicación. Seguramente muchos de ellos no
estarían interesados en el tema e incluso, podría resentirse la relación
con esos periodistas. Quizás la misma información con otro enfoque,
adaptado a cada medio y a cada profesional, podría generar atención y,
por ende, una publicación.
Se concluye entonces que investigar y comprender al target antes
de comunicar es de vital importancia para establecer un diálogo
beneficioso para ambas partes. El éxito de la campaña comunicacional
depende de ello, algo que marcas sumamente exitosas como Axe o Sprite (específicamente con su campaña “Las cosas como son”, Argentina) han demostrado a nivel publicitario.
¿Qué obtiene la organización al conocer a su target?
- En primer lugar, la empresa no desperdicia esfuerzos económicos ni comunicacionales intentando conectarse con un público desinteresado en una propuesta planteada arbitrariamente.
- En segundo lugar, logra impactar en un público que se siente cómodo frente a ese mensaje, comprendido por la organización, y ofertar un bien o servicio que puede repercutir en ganancias. Si se conocen las motivaciones del target (sus deseos, necesidades, problemas y preocupaciones), la empresa puede ofrecer una solución en forma tangible o no.
Además, ese diálogo entablado con su grupo objetivo puede traducirse también en imagen positiva, reputación y valor de marca. Si la empresa responde a las preocupaciones de su target de
manera efectiva, es decir “haciendo” y “comunicando”, esas personas
tendrán seguramente una visión más amplia y humanizada de la
organización.
¿Qué recibe a cambio el público objetivo?
Como en todo diálogo es necesario brindar algo para recibir a cambio.
Pues bien, el target obtiene una solución a un problema, a través del
bien o servicio ofrecido por la empresa y responde a ello con confianza
en esa institución.
Por ejemplo, si se supone que en un pequeño pueblo “X” ocurre una
inundación que destruye íntegramente la escuela rural de la zona y la
fábrica más grande del lugar comunica su compromiso de reconstruirla,
tanto el emisor como el receptor resultan ganadores de la situación. Los
primeros con una solución a su problema y la segunda, con una imagen
fortalecida y, seguramente, un público más receptivo a sus productos.
Transmitir un mensaje de forma directa y eficaz
Como se puede observar, la comunicación
debe corresponderse con las necesidades del público objetivo,
respetando sus intereses al tiempo que se establece un vínculo a largo
plazo que es necesario continuar alimentando.
Conocer al target es esencial en la vida organizacional, ya sea
para vender un producto, posicionarse en la mente de los consumidores o
comenzar planes de responsabilidad social empresaria
(RSE). Sin investigación es prácticamente imposible desarrollar un plan
comunicacional que responda a los intereses del público y que logre los
objetivos empresariales.
La comunicación es un medio para transmitir un mensaje que debe
responder a los planteos del target.
Los profesionales de las RRPP y la Publicidad
deben actuar como detectives, ya que conocer a ese público es el
puntapié inicial de una campaña comunicacional eficaz y eficiente y de
un lazo mutuamente beneficioso a largo plazo.
Imagen: olarte.ollie
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