Las convocatorias espontáneas captaron la atención de los publicistas
por su potencial de repercusión mediática. ¿Nace una nueva forma de
publicitar?
Los consumidores están "cansados, saturados e inmersos en un ruido publicitario que ocasiona que los mensajes pierdan eficacia",
según el artículo publicado por Público.es. Es decir, que los
consumidores sólo hacen caso de ella cuando les interesa el producto o
si la creatividad llama su atención.
Frente a esta situación, la publicidad está intentando renovarse, sumergiéndose en las nuevas tendencias comunicacionales.
Los Flashmobs
ofrecen a esta disciplina una forma de comunicación fresca, novedosa y
llamativa, capaz de atraer el interés de miles de personas e, incluso,
de los medios masivos de comunicación.
¿Qué es un Flashmob?
Flashmob proviene del inglés "flash" (ráfaga o destello) y "mob"
(multitud) y puede definirse como la reunión espontánea de una gran
cantidad de personas en un lugar para realizar una acción no
convencional e inmediatamente después, dispersarse. La convocatoria se
lleva a cabo a través de redes sociales,
del e-mail, del celular o del boca a boca.
La finalidad de este fenómeno no es conseguir la atención de los medios,
sino lograr un efecto en las personas que se ven envueltas por esta
situación asombrándolas y deleitándolas con la belleza estética del
momento.
¿En qué consisten los Flashmobs?
Los formatos de los Flashmobs son sumamente variados, siempre realizando
actos sorprendentes y, muchas veces, delirantes.
En 2003, una multitud
se desnudó en una tienda de caridad londinense al grito de "Give it
away" (dónalo). Ese mismo año, un gran grupo de personas
en una librería de Berlín comenzó a gritar "Ja, ja, ja" (sí, sí, sí)
simultáneamente mientras parecía que hablaban por sus móviles.
Argentina también fue centro de estas convocatorias. En 2006, una
multitud se acercó a los Bosques de Palermo (Buenos Aires) a batirse en
una guerra de almohadas,
situación que generó gran interés por parte de los medios de
comunicación. La guerra de almohadas se repitió en Estados Unidos,
España, Brasil, Chile y Colombia, entre otros países, mientras que en
Perú se decantaron por hacer pompas de jabón.
Los Flashmobs y su relación con la publicidad
Si se considera que los Flashmobs son reuniones espóntaneas organizadas
por particulares, ¿cómo puede esta nueva tendencia ser aprovechada por
la publicidad?
Hace tiempo ya que la publicidad
estaba en la búsqueda de nuevas maneras de comunicar, de acercarse a
los consumidores y evitar el zapping, el aburrimiento o simplemente, que
ignoren sus mensajes por saturación.
La comunicación
de los Flashmobs se realiza entre conocidos, situación que evita la
desconfianza y la guardia en alto de las personas, y además tienen un
enorme potencial de repercusión mediática gratuita. Dos motivos más que
válidos para ser tomados en cuenta por la publicidad.
Flashmobs publicitarios, una nueva estrategia de marketing
Las grandes marcas, ni lentas ni perezosas, ya han comenzado a utilizar
esta nueva tendencia para publicitarse, en algunos casos con bastante
éxito. E incluso se ha creado un festival sobre estas intervenciones publicitarias.
En Londres, una multitud se congregó en la estación de tren escuchando sus "ipods" y bailando en un acto que se llamó Silent Disco. Nadie sabe si fue una acción orquestada o espontánea pero el impacto no se hizo esperar.
Complot, por su parte, organizó Moonwalk,
una caminata al revés por las Ramblas de Barcelona en honor a Michael
Jackson.
Otra compañía que ha sacado provecho de esta herramienta es
T-Mobile, quien ya organizó T-Dance, un baile en plena estación de
Liverpool en hora pico, o T-Mobile Sing Along, donde miles de personas cantaban a coro en Trafalgar Square.
Efecto bola de nieve de los "Fakemobs"
Luego, las filmaciones de estas actividades se subieron a internet
recibiendo cientos de miles de visitas, e incluso fueron levantadas por
los medios de comunicación en informes de noticias de manera sucesiva y
continuada, respondiendo al efecto bola de nieve.
El poder de los Flashmobs está aún por verse. Entretenidos y
sorprendentes para muchos, su uso publicitario les ha otorgado el mote
de Fakemobs
(multitudes falsas). De cualquier manera, tanto detractores como
apasionados deben aceptar que es una interesante herramienta de comunicación que
integra los medios online con el interés de la gente en divertirse
participando de actividades un tanto extravagantes.
¿Una nueva
estrategia publicitaria? ¿Un nuevo formato de marketing alternativo? ¿O simplemente una moda? Sólo el tiempo lo dirá.
Imágenes: really nothing, Viernest, amerainey
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