La supervivencia de una organización y de su imagen dependen en gran
medida de las estrategias y acciones de RRPP que se lleven a cabo
durante momentos adversos.
En situaciones de crisis, muchas empresas se repliegan sobre sí mismas.
Para reducir sus presupuestos, las acciones de comunicación son
generalmente sacrificadas, o al menos disminuidas.
Sin embargo, en momentos de crisis comunicar se vuelve esencial e
incluso más importante que cuando todo marcha sobre ruedas.
¿Qué es una crisis?
El ICM (Institute of Crisis Management), especialistas en relaciones públicas, define crisis como “una
interrupción significativa del negocio que produce una cobertura de
mediana a extensa de los medios. El escrutinio público que resulta
afectará las operaciones normales de la organización y también pudieran
tener un impacto, político, gubernamental, legal o financiero”.
Las crisis son, según un proverbio chino, una oportunidad y un peligro.
Oportunidad para aquellas empresas que saben adaptarse a los cambios y
generar valor de marca aprovechándolos. Peligro para aquellas que se
recluyen en sí mismas y no se adaptan al nuevo escenario.
Comunicación en situaciones de crisis
En primer lugar, es necesario que la empresa responda a los rumores o
acusaciones. Es fundamental brindarle información al público y poner en
claro la posición adoptada por la organización.
En segundo lugar, la exposición pública que recibirá la empresa es una
oportunidad. Nunca estará tan expuesta como en situaciones de crisis
cuando la cobertura mediática se multiplicará y el público estará más pendiente de la empresa.
Manejo de la comunicación externa de crisis
Si la crisis se gestiona bien,
es posible atenuar la información negativa e incluso, fomentar la
imagen positiva de la organización a través de mensajes sobre ella y sus
productos o servicios. La gestión
debe ser inmediata para que se perciba como real y de esta manera, se
reciba la mayor atención posible; si se informa cuando se está saliendo
de la crisis, puede llegar a verse como una reacción tardía para
encubrir lo sucedido.
Un conocido caso de excelencia en la gestión de crisis es la de Johnson
& Johnson en Estados Unidos por el conocido caso Tylenol.
La rápida retirada de sus productos de todas las tiendas (recall)
cuando murieron 7 personas al consumir cápsulas envenenadas, minimizó
las consecuencias de la crisis. La organización además se contactó con
las familias de las víctimas y reforzó las medidas de seguridad en la
fabricación de sus productos. Su rápido accionar impidió el daño
irremediable de la empresa y, por el contrario, transmitió una sensación
de preocupación y responsabilidad que reforzó el valor de marca de
Johnson & Johnson.
Gestión de crisis: las RRPP al rescate
Es el manejo estratégico de la comunicación en momentos de crisis. Los encargados de relaciones públicas
deben estar preparados para afrontar comunicacionalmente las
situaciones de contingencia.
Es aconsejable realizar un análisis de la organización y las posibles
crisis que pueden afectarla, para preparar un plan de gestión.
Otro
punto fundamental es determinar el gabinete de crisis, es decir quiénes
participarán activamente en la toma de decisiones durante una situación
de emergencia y quién será el vocero frente a los medios de comunicación.
Debe tenerse en cuenta que sólo el portavoz estará autorizado para
enfrentar a los medios, ninguna otra persona de la empresa podrá
realizar declaraciones. La persona elegida debe recibir entrenamiento de
medios (media training) y tener conocimientos de oratoria.
La proactividad es imprescindible. Una organización preparada para
afrontar una crisis, tendrá mayor posibilidad de maniobrabilidad y,
seguramente, se encontrará más capacitada para timonear el barco a
través de la tormenta.
Por otra parte, una organización que mantiene una relación fluida con
los medios de comunicación tendrá una ventaja competitiva, ya que es
altamente probable que los mass media se contacten con los RR.PP.
o los directivos para corroborar la información antes de publicarla. La
posibilidad de desmentir los rumores antes de su publicación sirve para
la contención de lo que podríamos denominar “bola de nieve”, una seguidilla de publicaciones que van en franco crecimiento y mancillan el valor de marca.
¿Cómo actuar frente a una crisis organizacional?
En primer lugar, hay que poner en práctica los pasos previamente
determinados en el manual de crisis. El primero de ellos debe ser, sin
lugar a dudas, contactar con todos los integrantes del comité de
situaciones de contingencia.
Además, los encargados de relaciones públicas deben reunir toda la
información posible y determinar los ejes de la comunicación corporativa
(qué se comunicará, a quién y mediante qué herramientas, ya sea gacetilla de prensa,
reuniones con directivos y periodistas o conferencia de prensa por
ejemplo). Una vez presentada toda la información al comité de crisis, se
decidirá en conjunto el camino a seguir.
Monitorear los medios de comunicación de manera continua es
indispensable. De esta manera, se estará al tanto del curso que toma la
información y del surgimiento de rumores y se podrá gestionar la
comunicación en consecuencia.
Es muy aconsejable plantear todos los escenarios posibles para tener en
mente las respuestas ante cualquier cariz que pueda tomar la crisis.
Comunicar en situaciones de crisis
se vuelve fundamental para mantener el valor de marca, la imagen
corporativa y, por sobre todas las cosas, lograr la supervivencia de la
organización.
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