Louis Vuitton, el famoso diseñador francés, fue acusado de engañar a los consumidores ya que en su publicidad hacía creer que sus bolsos se realizaban a mano, algo que según ha salido publicado en diferentes medios, no es verdad.
La calidad y exclusividad de sus productos no han sido puestos en tela de juicio, sino tan sólo sus comunicaciones publicitarias. Especialistas de esta rama encontraron al diseñador culpable de engañar a sus clientes por dos avisos.
En uno de ellos, se puede apreciar la imagen de una joven costurera cociendo a mano un bolso de la marca, cuando en realidad todo (incluyendo las iniciales de la marca) se realiza con máquinas.
Louis Vuitton lejos de quedarse con los brazos cruzados intentó defenderse sosteniendo que esas imágenes mostraban el origen del arte y no la forma actual de realizar el proceso.
Sumada a esta situación, 3 consumidores presentaron quejas ante la ASA (Advertising Estándar Agency) alegando que "no creían que hubieran partes de los bolsos que si fueran hechos a mano". La empresa respondió a esto que si bien las máquinas realizan gran parte del proceso, existen algunas acciones en el armado del producto que se realizan totalmente de manera manual.
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