jueves, 23 de febrero de 2012

Tragedia de Once, desde el punto de vista de la comunicación

Antes que nada quiero expresar mis condolencias a los familiares y amigos de las víctimas. Siento un enorme dolor en el pecho por las vidas perdidas, por la negligencia que provocó esta tragedia. No quiero hablar de accidente porque considero que en esta situación jugaron un papel importante la negligencia, la inoperancia y la corrupción... 

No es mi intención meterme en política, al menos no de manera directa. Solamente quiero analizar la comunicación política ante esta tragedia. 

Retomemos algunas frases: 

Schiavi, Ministro de Transporte: "La gente tiene prisa por llegar a la salida de la estación para tomar el colectivo (bus) o ir caminando a sus lugares de trabajo. Ese fue otro de los factores que explican las dimensiones de la tragedia. Si el accidente hubiera ocurrido durante el feriado (que concluyó el martes) no hablaríamos de decenas de muertos y centenares de herido"

Una vergüenza de declaración. Como profesional me parece vergonzosa, una manera de lavarse las manos tratando de inculpar a la gente de la tragedia. ¿De verdad cree Sr. Ministro que el problema es que la gente viaje hacinada? Sí, claro que es un problema, pero no es la causa de esta tragedia, es la vida cotidiana  de muchos trabajadores cuya única manera de llegar al trabajo es viajando como sardinas en trenes descuidados. Dejemos en claro que hace tiempo se sabe que las puertas de esos trenes no funcionan, que tienen problemas, que la gente viaja colgada. ¿Por qué no se hizo nada?

Como asesor le recomendaría primero hacer un "mea culpa" del hecho, dar sus condolencias a las familias y poner manos a la obra para que esto nunca se vuelva a repetir y rueden cabezas de los responsables. No puedo creer que su respuesta sea tan llana, en búsqueda de desvirtuar la situación.

¿Cree Ud. sinceramente que si la tragedia hubiese sido el martes no hubiese sido "tan grave"? Aunque se hubiese perdido una sola vida por negligencia sería grave, Sr. Ministro. Piense Ud. en las familias que se han destrozado, en las vidas truncadas... No puede hablar de esa manera, sin pensar en las consecuencias.

Y hablo de consecuencias políticas porque una nefasta comunicación política debería tener consecuencias. A Aníbal Ibarra le costó su cargo la tragedia de Cromañón...

No es posible hablar a la ligera. ¿Alguien revisó el discurso antes de que se pronunciase? Ni disculpas, ni promesas de encontrar a los culpables, tan sólo hablar de "gente apurada que viaja por sobre la capacidad del tren" (como si a la gente le gustase y no fuese una necesidad para llegar al trabajo y no perder puntualidad y presentismo) y mencionar "que estos hechos suceden en todos lados, como Alemania, Italia, España..." Es cierto que los accidentes ocurren, caen piedras sobre las vías y se descarrilan trenes de alta velocidad, pero acá la tragedia se produce ante un transporte deficiente (hace años deficiente), con poco o nulo mantenimiento, con vagones de más de 50 años...

Dejando a un lado al Sr. Ministro, quiero centrarme en el silencio de la Presidente (perdón a quienes les guste el término Presidenta). Una gobernante construida sobre la piedra fundamental de la lucha por los trabajadores, por los pobres y necesitados, que no se acerca ni a hospitales ni sale a consolar a su pueblo.

No puedo evitar que me llame la atención. ¿Quién aconsejó a la Sra. Presidente? En mi humilde opinión, tendría que haber salido a hablar, pero sin palabrerío, con un discurso sincero y afectado por la situación. Ayer fue un día de duelo para todos los argentinos y esta es una cicatriz que tardará en sanar. ¿Por qué nuestra Presidente guarda silencio? ¿Por qué no sale a buscar a los culpables?

En su momento, con Cromañón. Néstor Kirchner hizo rodar la cabeza de Ibarra (no juzgo si bien o mal), sólo me extraña que en esta situación la Sra. Presidente no haya actuado aún. 

No hubo comunicación política desde la cúpula del poder, tan sólo la manifestación del duelo nacional por 2 días y la cancelación del carnaval, pero nada más...

Es extraño, yo hubiese recomendado dar la cara, poner el pecho a las balas, buscar a los culpables, hacer rodar cabezas y sobre todo, hacer un mea culpa y poner en marcha un plan para que esto no se repita.

Pero esa soy yo, una simple Lic. en RRPP y Publicidad, lejos del poder y del gobierno, una simple "opinóloga"...

La tristeza me invade, siento un terrible dolor por la tragedia y no tengo palabras para expresarla... De nuevo, mi más sentido pésame a las familias y amigos de las víctimas de Once.

2 comentarios:

  1. Anto, me visto de opinólogo también, aprovechando tu descargo para sumarme en el dolor. Creo que se gestó en nuestra clase dirigencial la idea de que el que calla nada tiene que defender. Entonces la voz de quienes dirigen se mantiene baja mientras las condiciones no permitan ventilar situaciones que implicarían tomar decisiones (que puedan herir amistades, suceptibilidades y porque no algun negociado).
    Es mas facil defender lo que no se dice, esperar que "la justicia diga lo que tenga que decir" y que finalmente la memoria cortoplacista de los argentinos nos gane la carrera...cajoneando como éstas...miles...
    Cada dia que pasa se suman a la lista de temas inconclusos algunas lineas que como karma vamos arrastrando en nuestro derrotero como país, creyendo que algún dia "el pueblo" se olivda y duerme tranquilo.
    Un beso grande a los 3!

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    Respuestas
    1. Estoy totalmente de acuerdo con vos Martín, lamentablemente tenemos una memoria a corto plazo que termina por olvidar cosas que nunca deberíamos dejar de tener presentes. Hay que empezar a exigir cambios, a no olvidar, para lograr mejorar el país.
      Besos para los dos!

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