Basta de empresas narcisistas, bienvenidas las empresas responsables

En la Conferencia Internacional Ethos celebrada en Brasil, Bernardo Kliksberg, renombrado consultor internacional, se refirió a la Responsabilidad Social Empresaria en Latinoamérica categorizando a las empresas en tres grupos: narcisistas, recién iniciadas en filantropía y responsables.

Como la antigua y conocida leyenda de Narciso, las empresas narcisistas se miran todo el día el propio ombligo, demostrando un interés irrebatible por sus propios objetivos y sin pensar siquiera un segundo en el mundo que las rodea. En palabras de Kliksberg: "lo único que les importa es ganar lo máximo en el menor plazo, sin importarles, además, los medios, etc. La ciudadanía ya no aguanta más este tipo de empresas. En los países desarrollados están cada vez más “enjuiciadas”, ya sea en los tribunales como por la opinión pública”.

Por su parte, las empresas que están empezando a hacer filantropía, entienden que así pueden lograr una buena imagen que además necesitan.

Las organizaciones que se encuentran en la tercera etapa, la de la RSE, son las menos. El consultor definió este sector y a la propia RSE de esta manera: “Responsabilidad Social Empresarial es para mí hacer, por lo menos, cinco cosas concretas: Primero, buen trato a su personal, hay que empezar por casa; salarios adecuados, posibilidad de desarrollo y no discriminación hacia las mujeres. Segundo, juego limpio con el consumidor, productos de buena calidad, a precios razonables, y –sobre todo– saludables que no acorten la esperanza de vida de la gente. Tercero, la empresa tiene que cuidar el medioambiente”.

Por supuesto, a todo esto es necesario sumar la transparencia. Una empresa responsable no puede generar desconfianza, no mostrarse tal cual es. Como bien demostró la terrible crisis generada por la falta de ética empresarial en Wall Street, "las empresas tienen que democratizarse, abrirse mucho más a los pequeños accionistas y al público".

Por último, la empresa responsable debe ser un ciudadano ejemplar, es decir partícipe de la solución de problemas de la comunidad.

Un enfoque interesante que esperemos sea puesto en práctica cada día por mayor número de empresas a nivel mundial.