Muchas veces la gente que me conoce me ha escuchado decir que yo "vendo humo". Sí, lo digo habitualmente, y no es una manera peyorativa de referirme a las profesiones que elegí y que amo, sino una descripción simple de la realidad. No me refiero con esto a que los RRPP y los publicistas inventemos cosas ni digamos mentiras, sino elegimos qué mostrar, en qué hacer foco y qué ocultar. Vendemos humo, cortinas de humo que favorecen a la imagen de una empresa o persona y escondemos sus defectos. Si es esto lícito o no, no me compete a mí juzgarlo... al fin y al cabo, todos hacemos lo mismo en nuestro día a día. Cuando vamos a una entrevista, hablamos de nuestras fortalezas y cuando nos preguntan nuestros defectos hablamos de perfeccionismo o mencionamos que teníamos problemas para delegar pero estamos trabajando en ello. ¿A qué sí? Nunca mencionamos nuestros verdaderos defectos, porque queremos ser contratados... Lo mismo sucede en una primera cita, en un primer encuentro con alguien, en la universidad, en cualquier ámbito de la vida... Nos vendemos y omitimos aquellas cosas que "pueden evitar que nos compren".
¿Por qué entonces pensar que los políticos son diferentes? ¿Que lo que muestran es lo que en realidad son? Ellos son humanos (aunque algunos no lo parezcan) y como tales, actúan igual que nosotros: mostrando su cara linda y ocultando su cara fea. Y para ello cuentan con la ayuda de expertos. Sí, los asesores de imagen.
Y en estas elecciones participan varios asesores de imagen que merecen mi máximo respeto. Son ellos, conocedores de las masas, quienes digitan movimientos, gestos, lágrimas e incluso palabras. La mirada al frente, el mentón en alto, la mano al corazón, las variantes de voz, la apelación a los sentimientos... ¡Es todo humo!
La comunicación política vende humo. No estoy descubriendo la pólvora ni mucho menos, sólo remarcando un hecho. Lo que vemos no es lo que vamos a comprar... así como la hamburguesa de la foto no es igual a la que nos dan y una crema no nos quita mágicamente las arrugas (o la celulitis) como a la modelo de la publicidad.
Entonces... ¿cómo elegir? Si lo que vemos no es lo que obtendremos, se dificulta la elección... Bueno, en realidad no. Nuestro problema es que los argentinos generalmente nos dejamos guiar por simpatías. Votamos a quien nos toca el corazón, a quien nos hace reír, al tipo que baila tango en un programa de gran audiencia, al que hace chistes, al que llora... Eso es lo que tiene que acabarse. BASTA DE VOTAR POR SIMPATÍAS, VOTEMOS POR CONVICCIÓN.
Si sabemos que nos muestran su mejor cara, que todo está armado en una especie de "The Truman Show", no votemos lo que vemos. Averigüemos sus planes: ¿qué piensan hacer por el país?
Ya lo sé, están pensando: pero eso también está digitado, eso también es "humo". Sí, también está digitado, o debería estarlo. Pero mi pregunta es: ¿escucharon a algún candidato hablar de qué va a hacer si gana? ¿Escucharon a alguien hablar de la terrible crisis social que está viviendo la Argentina? Necesitamos soluciones, planes, pensamientos, no chistes ni retóricas vacías ni palabras sobre los desaparecidos ni ningún otro momento oscuro de la Argentina.
Antes de las elecciones, averigüen las propuestas de cada candidato y voten según sus convicciones. Necesitamos a alguien que tenga una idea de qué hacer, si después no puede cumplir o no lo hace será otra historia pero es imprescindible votar a alguien que tenga un rumbo o al menos, nos muestre uno.
BASTA DE VOTAR A QUIEN VA A GANAR "PORQUE SI VA A GANAR, PARA QUÉ CAMBIAR". Me duele el corazón cuando escucho a alguien decir esto. Hay que votar a quien uno crea que puede lograr el bien común para los argentinos, no a quien las encuestas enarbolan como ganador. ¿Si todos piensan y actúan así? Si es así no hay chances de cambiar la historia, estamos condenados a una Argentina que repite su propia historia una y otra vez.
PIENSEN, ANALICEN, DISIPEN EL HUMO Y VOTEN
¿Qué quieren del próximo presidente? ¿Qué necesita el país? PIENSEN A LARGO PLAZO, BASTA DE PENSAR CON EL BOLSILLO Y LAS EMOCIONES.
¿Qué desean? Yo sé lo que quiero, quiero un presidente que haga hincapié en los tres pilares de la sociedad:
- educación
- salud
- seguridad
BASTA DE:
- planes trabajar, jefes y jefas y tantos otros planes que son pan para hoy y hambre para mañana. Basta de dar pescado sin enseñar a pescar.
- inseguridad, de muertes, secuestros y robos. Quiero salir de mi casa tranquila y que mis hijos se críen en un país mejor que el que tenemos hoy.
- chicos pidiendo en la calle cuando deberían estar en la escuela.
- sindicatos con el poder de parar el país cuando las cosas no se dan como ellos quieren.
- corrupción en todos los niveles del gobierno.
- "el que no llora no mama y el que no afana es un gil"
- piquetes que impiden que la gente que tiene trabajo llegue a tiempo.
BASTA DE IGNORANCIA, por favor. Piensen antes de votar, vean más allá. No me importa a quién pongan en la urna el domingo siempre y cuando lo hagan convencidos, sabiendo qué propone esa persona y qué deben exigir. Sí, qué deben exigir, porque los presidentes y todo su séquito tienen poder gracias a nosotros. Hay que exigir que cumplan lo que prometen.
Por una vez, les pido que traspasemos la comunicación, dejemos de lado sus mensajes, y nos enfoquemos en propuestas concretas. Elijan con convicción, no quiero volver a escuchar "yo no lo voté". Hagámonos responsables...
Este domingo tenemos el rumbo del país en nuestras manos. No lo desaprovechemos.
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