Hace un tiempito escribí el artículo que hoy os traigo para Suite101.net, pero sigue tan vigente que quiero postearlo en este blog...
Las relaciones públicas
 son concebidas erróneamente en la mayoría de los casos. La gente habla 
de ella o la menciona con asiduidad, pero de una manera, en demasiadas 
ocasiones, equivocada. Al ser una disciplina relativamente nueva, la 
creencia general la asocia a actividades que nada tienen que ver son su 
esencia y su función.
Los profesionales de esta rama ven muchas veces el término “relaciones públicas”
 bastardeado por su uso indebido, que afecta de manera indirecta a la 
verdadera finalidad del RRPP que es generar y mantener vínculos entre 
una organización y sus públicos.
Vale aclarar que también ha de hacerse 
un “mea culpa” ya que muchos profesionales no saben explicar de manera 
sencilla y clara cuál es su trabajo, situación que genera aún más 
confusión.
La mala utilización del término genera descreimiento y desconfianza en 
la actividad. Es por ello necesario desmitificar algunas de las 
creencias más comunes sobre esta profesión.
Los RRPP son "fiestólogos" y trabajan en discotecas 
Comúnmente se asocia a los RRPP con aquellas personas que trabajan en 
discotecas organizando fiestas y consiguiendo entradas gratis. Una 
actividad verdaderamente alejada de la realidad de un verdadero 
profesional de esta área, quien si bien también organiza eventos lo hace
 respondiendo a un plan estratégico para fortificar las relaciones con 
alguno de los públicos de la organización.
Esta confusión es quizás la más extendida. Suele ser esta definición la 
que habitualmente se recibe cuando uno se presenta como Licenciado en 
Relaciones Públicas y es por eso, justamente, una de las acepciones que 
más enojan a los profesionales.
En Facebook,
 la red social más utilizada en la actualidad, existen varios grupos 
creados por RRPP donde se intenta desmitificar esta creencia. Entre 
ellos se encuentran: “¡Soy relacionista público, no tarjetero!” y “Ser 
RR.PP. no significa que trabaje en un boliche”. Sin embargo, los grupos 
donde se invita a la gente a ser relaciones públicas de discoteca o se 
presenta una persona como RR.PP. (siendo trabajador de una discoteca) 
superan en número a los grupos reivindicadores de la materia. 
Confusión de RRPP con la atención al cliente 
Es cierto que una de las funciones de estos profesionales es pergeñar 
buenas relaciones con los clientes, pero muy lejos está un puesto de telemarketing de
 tratarse de una actividad de relaciones públicas.
La atención al cliente no forma parte de las competencias de un 
profesional de la disciplina en cuestión.
La vinculación con dichos 
clientes, el estudio de la percepción que ellos tienen de la 
organización, la creación y manutención de una imagen positiva y el 
monitoreo de la opinión pública sí son actividades propias de un 
especialista comunicacional, pero no así vender artículos o servicios 
telefónicamente o atender a las dudas de los consumidores.
Las RRPP no son ventas 
Las relaciones públicas no venden.
 A largo plazo construyen valor de marca, generan percepciones 
positivas, lazos con clientes y otros públicos y pueden, de esta manera,
 influir en las ventas, pero su función no es la venta directa.
Esta disciplina es netamente comunicacional y, quizás, un poco 
psicológica al estudiar las percepciones de los públicos y trabajar en 
base a ellas. Llamar relaciones públicas a un ejecutivo de ventas es 
erróneo ya que no tienen ni una formación ni una finalidad en común.
Las relaciones públicas, lejos de la promoción 
La confusión respecto a relaciones públicas y promoción también es 
bastante extendida y común. En varias oportunidades se pueden observar 
anuncios laborales donde se solicitan “RRPP” y al desplegar el anuncio 
para mirar el detalle de requisitos uno se encuentra con un mínimo de 
altura, peso y demás características físicas, sumadas a simpatía y 
disponibilidad horaria. Si bien uno siempre valora una cara y un cuerpo bonito, su trabajo es 
diametralmente diferente al que realiza un verdadero relaciones 
públicas.
En conclusión, ser RRPP implica vocación comunicacional, estudios, 
responsabilidad y trabajo de investigación, planificación, ejecución y 
evaluación. Un profesional lejos está de una linda chica que ofrece 
productos gratis o folletos, de un muchacho simpático que organiza 
fiestas y entrega invitaciones a una discoteca, de un vendedor 
insistente o de una telefonista de voz melodiosa. Un RRPP es un 
verdadero profesional de la comunicación.
Si tenías en mente estudiar RRPP, quizás te haya sacado la ilusión... pero en realidad es preferible saber de antemano dónde se está metiendo uno. Si tenés dudas sobre si estudiar o no RRPP, no te pierdas mi post al respecto. 
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